domingo, 18 de mayo de 2014

Las señales de la vida

A menudo pedimos algún indicio para saber qué hacer en nuestra vida, qué dirección seguir, o alguna muestra conforme nuestra situación se encuentra en el lugar adecuado. Dudamos ante situaciones que nos gustaría que fuesen y no están siendo. Nos preguntamos qué hacer ante lo que nos sucede o por conseguir algo muy deseado. Todas nuestras demandas expresadas en voz alta al universo y manifestadas con toda la fuerza de nuestro corazón, son escuchadas y atendidas. Una vez manifestada nuestra intencionalidad, hemos de continuar viviendo nuestro día a día y estar atentos a todo aquello que nos pueda llegar de diferentes fuentes que puedan estar relacionado con nuestro propósito. Cuando más haya despertado el ser humano su conciencia espiritual, más se dará cuenta de lo que está atrayendo. Cuanto más deseo tenga de aquello que anhela, con más fuerza atraerá y verá como el universo le dará como consecuencia de su manifestación en voz alta.

Ábrete y date cuenta de lo mucho que la vida te da. Abre tu mente y tu corazón para saber que aquello que te llega está relacionado con lo que has pedido. No se te da porque sí, señales equivocadas, ¡no! Lo que recibes es el camino a seguir y la decisión a tomar, porque en el fondo, aquello que te das cuenta proviene de tu Yo Superior, del ser más elevado de ti mismos que ha elegido aquello que le has pedido como ser racional y terrenal.

Las señales son como un destello de luz en un camino oscuro. Si no existieran, probablemente no sabríamos hacia donde ir y no veríamos nuestro caminar. Cuando se te da luz para que veas claro, es porque tú la has pedido. Acéptala y sigue aquello que te indica porque es para tu mayor bien y tu plena felicidad. ¿De qué sirve pedir una llave para abrir una puerta que sabes que te permitirá conseguir aquello que quieres, si cuando la tienes no la quieres hacer servir?

Hay muchas personas que tienen miedo y resistencias a hacer caso a lo que se le está mostrando. Su pasado les pesa demasiado y no quieren sufrir más. Las señales aparecen a cada intencionalidad nuestra, a cada paso que damos. Son nuestras aliadas y la respuesta adecuada procedentes de la Fuente de toda Sabiduría existente manifestada a través de la forma. Esto son las señales. Estas siempre aparecen para nuestro mayor bien y son la llave para llegar a manifestar nuestra divinidad. Cuanto más les hagamos caso, más fluiremos por la vida y más puertas, con más facilidades, se nos abrirán. Son el cartel que nos indica qué dirección debemos de seguir en medio de un cruce de caminos. Si no les hacemos caso, nos quedaremos bloqueados y quietos en nuestra vida hasta que tomemos la decisión de aceptarlas y librarnos a ellas. Las señales son nuestra voz interior, esta sabiduría que todos llevamos dentro, materializando nuestros deseos, nuestra voluntad. Las señales nos llevan a nuestra plena realización.

Tú tienes la llave para abrir esta puerta, donde detrás de ella, se encuentra justo aquello que has pedido. ¿Por qué no te liberas de los miedos y muestras al ser valiente que eres, consiguiendo tus anhelos?

Cuanto más hagamos caso de las señales que la vida nos da, antes conseguiremos ser nosotros y materializar en nuestra vida nuestros objetivos y deseos. Queremos y queremos, y cuando se nos da, lo rechazamos porque porqué no nos atrevemos a hacerles caso o las negamos.

Estamos constantemente rodeados de señales que nos indican el camino a seguir, pero el ser humano ignora lo que se le da, que es todo. Queremos tener una visión clara de lo que hacer, y cuando se encuentra ante nosotros, la negamos. Queremos saber qué hacer en la vida, o qué decisión tomar, y cuando se nos da, la ignoramos.

Dejemos de tener miedo para seguir aquello que la vida nos indica para hacer y nuestro mayor bien.

Se nos da y muchas veces estamos distraídos.

Se nos ofrece y a menudo lo negamos.

Se nos muestra de una manera evidente el camino a seguir, y nosotros decimos: ¡No!.

Entonces nos quejamos y nos rodeamos de más dolor al pensar que la vida no me da aquello que le pido. ¡Ya lo creo que nos lo da, pero eres tú quien lo niegas! ¡Perdemos tanto tiempo y energía negando lo que es!

Ser feliz es fácil, solo es necesario fluir y seguir las directrices que la vida te muestra facilitando tu avance. Cuando hacemos caso a las señales que ésta nos da, todo va bien, y solo alegría y gozo por vivir se manifiesta en nosotros. Seguir las señales es de valientes y sabios. Negar lo que se te muestra ante ti es la actitud de nuestros miedos y de tu mente enraizada en un pasado.

Se nos quiere facilitar nuestra vida. No estamos solos, pero hemos de estar abiertos y predispuestos a seguir la dirección que se nos indica para nuestro mayor bien y nuestra plena manifestación divina.

Siguiendo las señales te llevará a la sabiduría y a disfrutar de la vida como no lo has hecho hasta ahora. Todo es sencillo, llano.

Te invito a que la vida te sonría y puedas sentir tu divinidad, y como las puertas se van abriendo debido al amor que se irá manifestando cada vez más en ti.

Sigue las señales que la vida te da, y deja de pensar, de querer controlarlo todo, porque aquello que quieres saber ya se encuentra ante ti. Ábrete, observa y acepta. Después, se necesitará ser valiente para llevar a término aquello que se te ha mostrado para ti. Tu tesoro se encuentra detrás de la puerta que se encuentra cerrada. Tú tienes la llave. Atrévete a abrirla y disfruta de todo aquello que la vida te regala.

Confía y déjate ir para conseguir tus mayores ideales. La vida te lo da a través de las señales. Síguelas y llegarás a ellos.

Que el Amor y la Paz sean en ti.

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